San 
          Justino, mártir 
        Conocemos 
          bien la historia de Justino por diversas fuentes.
          
        Sus 
          antepasados eran paganos de Flavia Neápolis (Siquem, Samaria).
          
        Ruta 
          intelectual: estoicos ® 
          peripatéticos 
          ® 
          pitagóricos 
          ® 
          neoplatónicos 
          ® 
          cristianismo.
          
        En 
          Roma pasa los últimos años de su vida. Choca violentamente 
          contra el filósofo Crescencio. 
        Junio 
          Rústico lo condena a muerte (Chronicon Paschale) el año 
          165.
          
        Entre 
          150 y 160 escribe sus dos Apologías y el Diálogo con Trifón.
          
        No 
          cabe esperar de sus obras una teología sistematizada. Sólo 
          aseveraciones importantes sobre la Trinidad, cristología, doctrina 
          de la creación, exégesis, etc.
          
        1. 
          La primera apología
           
          
        -Dos 
          partes:
        
          1ª 
            capítulos 1 a 29: inculpación de los dioses paganos, 
            que son realmente demonios malos. Jesucristo ha desenmascarado su 
            falsedad.
            2ª capítulos 30 a 60: pruebas del Antiguo Testamento de 
            que Jesús es Hijo de Dios. Los capítulos 61 a 67 incluyen 
            la celebración bautismal y la eucarística. El capítulo 
            68 es una transcripción del rescripto del emperador Adriano.
        
        Justino 
          sigue un razonamiento lineal y riguroso. Las disgresiones quizá 
          se deban a que sigue también de cerca alguna fuente literaria. 
          
          
        Parte 
          de dos premisas: 1ª) el ideal del hombre religioso temeroso de 
          Dios (que admitían también los filósofos), 2ª) 
          la defensa de los cristianos que aparecen como hombres con poco temor 
          de Dios (por no querer adorar a los ídolos), pero que, sin embargo, 
          son los más sensatos. Ataca al culto a los dioses paganos homéricos 
          haciendo ver su inmoralidad. Pone el ejemplo de Sócrates que 
          tuvo que morir mártir por sus convicciones. Dios ha sembrado 
          el logoV spermatikoV en todos los hombres buenos de la antigüedad.
        2. 
          La segunda apología
        San 
          Justino escribe la segunda apología poco después de la 
          primera para protestar por la injusticia cometida por el prefecto Úrbico 
          contra tres cristianos que fueron decapitados sólo por confesar 
          el nomen Christianum.
          
        Explica 
          cómo los cristianos son denunciados por envidia de la verdad. 
          Hace ver su perseverancia ante las persecuciones como prueba de la superioridad 
          de su fe. Enseña porqué Dios permite la muerte de los 
          cristianos y su sufrimiento. Muestra la diferencia que hay para un cristiano 
          entre la muerte del martirio y la del suicidio. Pide clemencia y piedad 
          al Empdrador. Alude a la costumbre apostólica de apelar al Cesar.
        3. 
          El «Diálogo con Trifón»
        Es 
          la apologética antijudía más antigua. Fue escrita 
          después de las dos apologías. Se ha perdido la introducción 
          y una parte del capítulo 74. Tiene 142 capítulos.
          
        La 
          introducción es un relato en forma de diálogo (inspirado 
          en los Dialogos de Platón) en el que Justino cuenta su vida (2-8). 
          El la primera parte (9-47), como se dirige a los judíos, argumenta 
          con el Antiguo Testamento la validez del cristianismo frente a la ley 
          mosaica. La segunda parte (48-108) muestra porqué Cristo ha de 
          ser adorado. La tercera parte (109-142) es una defensa de la Iglesia 
          como Nuevo Israel, Nuevo Pueblo de Dios.
        Excurso 
          1. El diálogo en la Antigüedad y en el cristianismo
        La 
          primera obra literiaria cristiana en forma de diálogo es la perdida 
          Discusión entre Jasón y Papisco sobre Cristo de Aristón 
          de Pella (c.140).
          
          Los diálogos -tanto para los clásicos paganos como para 
          los cristianos- no son una transcripción literal. Si subyace 
          una conversación real, esta es envuelta en un ropaje literario. 
          Este estilo se presta para exponer temas éticos, históricos 
          o filosóficos con una vivacidad y plasticidad para la que no 
          se presta la forma de tratado.
          
          Los cristianos se inspirarán, durante toda la época patrística, 
          en los diálogos de Platón y Cicerón.
          En cuanto a la forma, los diálogos pueden tener una estructura 
          dramática, pero también pueden ser casi un monólogo 
          con diálogos al principio y al final. Pueden parecerse a la diatriba 
          ("pero alguien podría objetar
"), o tomar la materia 
          de un tercero.
          
          En cuanto al contenido, hay cuatro formas de diálogo:
        
          1) 
            diálogo apologético (Diálogo contra Trifón 
            de San Juastino);
            2) diálogo teológico (El Banquete de las Diez Vírgenes 
            o Sobre la Virginidad de Metodio de Olimpo);
            3) diálogo filosófico (De beata vita de San Agustín);
            4) diálogo biográfico (Vita de San Martín 
            escrita por Sulpicio Severo).